Perplejos nos miramos sin saber qué decirnos en ese escenario de químicas presentidas. Podía intuir en sus esquivos ojos, a un inseguro pero magnífico contendiente. De concretarse el duelo, una vez atravesada la línea del tacto que nos mantenía a salvo, indefectiblemente alguno o ambos, caería a la vida.
El temor de no ser suficientemente efectivos se intuía, ninguno se creía capaz de superar indemne el encuentro. Como rivales nos intimidábamos, pero el respeto que por mucho tiempo nos mantuvo cubiertos del pulso, cedió ante el apremio por darnos un no-final. Hartos de los ensayos, buscamos salir de la zozobra de la suavidad no arribada, de los repiques no habidos y de las miles de formas no concretadas. Era claro que ninguno volvería a estar muerto sin intentarlo. No echamos turnos a la suerte, ni falta hacía anta tanta certeza, el Diablo dirimiría la contienda. Como último deseo compartido, nos dimos a los circunloquios en los que nos hallábamos sútilmente conocidos. Nada había sucedido aún y ya sabíamos que no habría retorno. Sin espacio para arrepentimientos, el duelo estaba por empezar y el karma, por volver a pagarse...
El temor de no ser suficientemente efectivos se intuía, ninguno se creía capaz de superar indemne el encuentro. Como rivales nos intimidábamos, pero el respeto que por mucho tiempo nos mantuvo cubiertos del pulso, cedió ante el apremio por darnos un no-final. Hartos de los ensayos, buscamos salir de la zozobra de la suavidad no arribada, de los repiques no habidos y de las miles de formas no concretadas. Era claro que ninguno volvería a estar muerto sin intentarlo. No echamos turnos a la suerte, ni falta hacía anta tanta certeza, el Diablo dirimiría la contienda. Como último deseo compartido, nos dimos a los circunloquios en los que nos hallábamos sútilmente conocidos. Nada había sucedido aún y ya sabíamos que no habría retorno. Sin espacio para arrepentimientos, el duelo estaba por empezar y el karma, por volver a pagarse...
La música la elegiste justo, porque al leerlo uno siente la tensión del momento y esos ambientes calmos que preceden a las tormentas. Interpretación libre digamos
Ups, I did it again... =P
Joder! Mariana, que alucinante eso de NO RETORNO... es como un tubo en caída libre.
Algo así... ;)
Ehmmmm.... a veces es necesario contender.Y otras tantas veces el fuego se apaga ahì, en el "introito" de la cuestiòn. Cuando pasa el humo, sòlo son cuatro ojos (en el caso de Kirchnero, cinco, ponele) miràndose fijamente, a la espera de desnudar... algo.
Aprovecho el espacio que tan generosamente brinda la Perra Latosa para eCCigir el Blog de Sinfonìa Otoñal.
No nos prives de eso, vo'!!
Quién sabe muchacha si es necesario o no, pero cuando debe suceder sucede, lo que sigue es incierto y esa es la gracia, no? Actuar sin certezas, disfrutar de momentos sin que lo que sigue sea lo que importa.
Ya no sólo la alenté a Sinfonía oportunamente, sino que le ofrecí mi ayuda si decide despuntar el vicio. =D
Que bonita que sos medialuna !!
Ya voy a tomar el embión cuando pase el aluvión (versito y todo)de trabajo.
Gracias can latoso !!(por la ayuda y el espacio)
Me confieso humano, pero ante todo animal y juro que mi piel se erizó con esta prosa...
Uff!
Mientras Sartori, Lijphart y Linz se ríen de mi ausencia... Mañana será cuestión de sacar adelante los remos y encarar la tempestad en una barcaza de madera vetusta y salir victorioso.
Estoy segura que será de buena madera y así saldrás. ;)
Mucha merde Oliver, abrazo de perra!