Salvaje

Posted by Perra Latosa | Posted in | Posted on 14:15

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Impotente observaba los  yermos campos.

La tristeza la embargaba ante la desolación del paisaje devastado que, alguna vez, hacía mucho, mucho tiempo, estuviera inundado de satisfacciones y gratas sorpresas. Todo lucía diezmado, cubierto por una espesa bruma y las formas que apenas podía distinguir en la oscura noche, la llenaban de conocidos terrores. 

Un entumecimiento en sus piernas le recordó las gruesas cadenas que atenazaban y desgarraban su carne en cada intento que hacía por  escapar del espanto.

 Un dolor remoto le  hizo sentir una ausencia de algo, que no podía precisar, en su pecho.

¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Dónde había estado? ¿Cómo podría huir de allí?
No había príncipes ni caballos alados que la liberaran de la oscuridad. Tampoco creía en el poder de ellos ,ni en su encanto, para ser rescatada. No la habían ayudado en el pasado cuando fuera sometida al olvido y sólo habían roto las ilusiones que la nutrían y de las que estaba famélica.

En la profunda soledad  que la calaba no contaba siquiera con el consuelo de encomendar a sus sueños, la fragilidad de su espíritu que alguna vez por su tenacidad, la hiciera indómita, inatrapable.

Por instinto buscó en lo alto estrellas para suplicar sus deseos pero ya no estaban donde las había dejado. La única alternativa de sobrevivir la noche la tenía recreando sentimientos, cobijándose con tibios instantes que la abrigaran en su vigilia. No venían a ella, no recordaba cómo hacerlo. Era tarde ya.

Su capacidad de soñar y accionar -sin analizar ni medir las consecuencias- arrojándose salvajemente hacia lo nuevo sin temer al dolor, estaba severamente dañada. ¿Y a dónde iría además? Hacía mucho que había sido devuelta a ese páramo que alguna vez fuera su sitio. No podía salir de allí, pero tampoco dónde ir sin sentir el desencanto de la condición humana y todas aquellas cosas que motivaron su retiro a la noche de la que era su ama. Se sintió tan desolada como el paisaje que la rodeaba y al que terminó por acostumbrarse. Logró también familiarizarse con los espectros que a tientas adivinaba, pero a los que ya  había dotado de nombre.

Cuando por fuerza de arraigo adaptó su visión a la oscuridad, comprobó a la vez que no había amenaza fuera y que los únicos fantasmas a los que temer eran los que habitaban en su alma. Por primera vez comprendió que la compasión que profesaba por otros, debía brindársela también a sí misma y no castigarse por haber transgredido la orden de no tocar lo vedado del día con sus desatadas pasiones.

No pudo contener más la emoción que en su interior yacía silente. Las lágrimas la bañaron al brotar de a cientos, de a miles, millones....y las estrellas volvieron a estar allí, justo dónde las había colocado cuando de niña peinaba su larga cabellera y suspiraba esperando por  la llegada del amor verdadero.

Bestia

Posted by Perra Latosa | Posted in | Posted on 15:06

14

(Estoy ejerciendo mi derecho a  réplica =P)

En menos de 12 horas, dos personas a las que quiero muchísimo me han tildado con ese mote. ¿Lo prefieren blanco o negro? Al chocolate...digo...

Sí. Lo soy. No voy a andar con remilgos pese a que sé que en tiempo propio ambas corresponden el afecto  que les profeso (ey, yo en su lugar me hubiera metido un tortazo muchas veces y hasta se los juro por la Dalma y la Gianina que lo hubiera recibido con gusto). Lo que no comparto es que no sea un defecto que no deba atender y mitigar y que ellas con su aquiescencia estén colaborando en que no me resulte fácil la empresa. ¬¬

Veamos...

Distinguiendo las personas involucradas, considero que hay momentos en los que hay que actuar sin ambages, en los que claramente las medias tintas se revelan insuficientes. Compartimos en el relato la emoción del otro, nos embarcamos en la aventura por un rato como un espectador en sitio privilegiado. Bueno, a mí me pasa eso, qué se yo...

Una duda -que siempre me acuerdo tener luego de la pertinente barrabasada proferida- es: ¿Hasta dónde nos está invitando el otro a que tomemos ese lugar? ¿No será que simplemente quiere comunicarnos lo que le sucede y le basta con eso? Y acá es dónde yo lo percibo como defecto, donde en ocasiones me siento excesivamente intrusiva por más buena fe que medie de mi parte y pese a que me complazca a que más allá de lo expreso, adviertan las intenciones que subyacen a esas verdades insolentes a las que los someto (y agradezca mantener mi integridad pese a ello). Verdades que son sólo mías y que no tienen porqué ser las vuestras a la sazón.

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Atenuante

Creo que hay personas y situaciones que nos demandan ser directos y fundamentalmente, oportunos. A las contemplaciones y eufemismos las debemos reservar para aquellos a los que sólo le dedicamos un interés sesgado porque no nos une ningún afecto salvo el que le podemos profesar a cualquier semejante al que le brindamos nuestra opinión o consejo si nos consultan al respecto. No, no me sale ser políticamente correcta para que me sigan viendo con buenos ojos ni me puedo sumar a las huestes de aquellos que los miran con cara de carneros degollados pero no les importa lo que les ocurra o directa o indirectamente, los alientan y aprueban las estupideces que cometan por muy entretenidas que sean. Tengo una vida,  con sus luces y sombras, pero bastante gratificante como para escurrirme en las suyas a vivirlas como propias intentando que enfrenten los riesgos que no me atrevería a asumir.

Por otra parte, les agradezco y continuaré agradeciéndoles la reciprocidad en el trato. Jamás podría ofenderme cuando siento que los motiva la buena fe.

Agravante 

No obstante, también aprendí que si bien las palabras en ocasiones pueden ser casi tan efectivas para canalizar el amor como los actos, también pueden serlo para causar ofensa y dolor en el otro. Y más si provienen de quienes conocen cuáles son los hilos que deben tocar para sacudirnos violentamente. Ok, no es lo mismo que me llame imbécil un cualquiera que me lo diga alguien que quiero....bueno, según.... ¡Ey! ¡el tonitoooo! ¬¬ Porque sí, el tono cuenta y mucho para que el otro capte la  intención  y  lamentablemente con  algunos  de  uds . me  veo -caracteres mediante- limitada y condenada  a hablarles en forma plana con  plena conciencia que no siempre podrán percibir el cariño que le imprimo a cada uno de mis retos. Nada más lejos de mi voluntad que herirlos.

Corolario

Jamás pretendo que me hagan caso, ni así de chiquitito ¿eh? Tengan la confianza que reconoceré que estuve equivocada si ello sucede o los recibiré afectuosamente si es que lo hacen uds..


Por eso creo que si sigo siéndolo pese a lo disvalioso que lo siento, es porque prefiero pecar en el exceso pero no en la omisión y quedarme con la sensación que pude haber evitado una pérdida que estimo  pueden lamentar luego. Brindándoles por lo menos mi opinión cuando no intentando que aprecien su belleza y se dejen absorber por mi mar de severas pero afectuosas reprimendas y subjetividades. No quiero ni espero que lo halaguen, al contrario, ayúdenme a hacerlo de la mejor manera. En el proceso, espero que haya tiempo de encomendarme a su inveterada paciencia (y su clemencia) cuando haya que pedirles perdón o recibir un tortazo.=P

Otro sí digo: No lo dije pero es obvio que estoy pensando y dedicándoselo a  la sublimada y la eh eh shhh shhh.(L)

Diurna

Posted by Perra Latosa | Posted in | Posted on 15:09

7

Una mueca de horror trazó su rostro ante el desorden que encontró al amanecer. Pasiones desparramadas y lejos del cofre en que las dejaba al dormir. Con gesto adusto se dispuso al orden y las compactó una a una ubicándolas en su sitio, mientras se quejaba agriamente.

Reina que era del día, estaba dotada de reflejos que le advirtieron el inminente peligro de ser derrocada: con sus frías manos, había podido sentir restos de tibieza en ellas.  Un grito sacudió las paredes del templo: ¡Han sido usadas sin mi consentimiento! Sintió el suelo moverse a sus pies al percibir el olor del viento....

Buscó volver en sí cargando su mente de verdades incontrastables  y acuciantes necesidades con las que se hacía terrena, y se dispuso a afilar con oscuros temores y olvido, el estilete con el que ajusticiaría a la responsable de tanto desorden.

La noche y el día no podían transformarse en un eterno crepúsculo en el que no le resultara sencillo mantener sus atributos. No podía permitir que continuara avanzando y  su reino se viera surcado de estrellas y los soles ardieran de noche. Las líneas estaban determinadas: "Ella ahí, yo aquí" y había quebrantado el trato al violentar el cofre.

No quería ser nuevamente quien tuviera que salir a saldar las cuentas de esa imprudente. Merecía que le propinara un castigo por su temeridad: haría harapos sus azules arrimándolos a la luz. Mediaba su supervivencia y en ese juego no podía fallar, ella era la experta. La triunfante que había tomado el centro de la escena.

Para lograrlo, debía amanecerla. Trazaría en cada muro, las señales que la llevarían dónde y cómo la quería: anestesiada, sometida a sus realidades, opaca...como ella. 

El plan fue meticulosamente delineado: se escabulliría en sus dominios y en cuanto tuviera oportunidad, le calzaría en sus ojos trozos del espejo que los duendes habían dejado quebrar. Con ese gesto, anularía todo disfrute que le permitiera eludirla. Débil como la sabía, no soportaría ver tras lo hermoso, la mentira descarnada e intenciones mal interpretadas. Allí asestaría el golpe final hundiendo profundamente el estilete en su pecho, hasta desvanecerla por completo y llevarla consigo a su reino, para que recordara cómo debía comportarse en el futuro. Era un mal necesario, no podía darle completa muerte.

No pudo evitar excitarse al visualizar el seguro éxito...  

Después

Posted by Perra Latosa | Posted in | Posted on 2:11

17

(Otro de esos delirios surgido de charlas femeninas)
 
Ya deshojamos margaritas  y hablamos de expectativas  pero ¿qué sigue luego?


Hablar de los momentos en que las expectativas son superadas, no da más que para la sana envidia (?) pero ¿qué sucede cuando la expectativa queda reducida a polvo? Me refiero a las que se elaboran con relación a las citas y encuentros amorosos con personas a las que no conocemos aún lo suficiente...o elegimos no conocerlas tal como se nos presentan.

Cuando de relaciones afectivas se trata, creo que pocas son capaces de resistir los rayos del sol. Los príncipes más que desteñirse, se derriten y las princesas vuelven a ser las chirusas de siempre.  Decepcionante bah. Mejor tener presente esta alegoría, quizá ajustando la expectativa a la realidad, aumente la sorpresa y tengamos la oportunidad de ser aquellos que tienen la suerte de toparse con la excepción. Esa es mi idea.

Voy a desarrollarla...

Desde que somos chiquitas, culturamente se nos condiciona para que esperemos y creamos en el amor romántico. Nos ametrallan desde la literatura, el cine y la televisión, con historias sobre hombres magníficos, repletos de virtudes de todo tipo, que luchan por nuestro amor enfrentándose valientemente contra todas las adversidades que se le presenten por conquistarlo.

Ese argumento se repite agregándole complejidad y rigidez al protagonista masculino. En algunos casos, la rigidez es tal que se asemeja a la madera (¡teléfono para Pattinson!) y por el lado de ella, la sumisión, abnegación, paciencia y constancia. Pero a mí esas historias más que de amor, se me representan de obsesión, en el mejor de los casos retorcidas y poco creíbles. Convengamos que no es común ver a nadie que reúna todas esas condiciones. Tampoco vemos qué ocurre al otro día, ni a la otra semana, ni en un mes, ni en años. Cómo surfean la rutina, cómo negocian  sus espacios e intercambian ideas y criterios, qué sucede cuando la pasión cede y las perdices se vuelan. . ¡Así cualquiera se cuenta una de amor!

A los muchachos en cambio, les retacean este material cuando no los intentan coartar para que lo vean culposamente. No va a ser cuestión que se pasen de románticos...

Debo reconocer no obstante, que si nos dijeran que todo el fenómeno del enamoramiento se debe a un proceso bioquímico que se inicia en la corteza cerebral, luego pasa a las neuronas y de allí al sistema endocrino dando origen a respuestas fisiológicas intensas (causa de la feniletilamina  sugieren algunos, y la oxitocina otros) no sería lo mismo. Ni que hablar de las películas.

Cada tanto aparecen algunas que parecen mezclar bien ambas cosas...(lo que sigue no es spoiler o sí, pero como está contada en forma cronológicamente desordenada tampoco es que estoy por develar nada fundamental)

En "500 days of summer" su protagonista Tom,  tal como nos advierte el narrador, es un persistente romántico merced a la influencia del pop británico (=P) y a una interpretación errónea de "El Graduado". Summer, en cambio, no cree en el amor verdadero, es impulsiva y aniquila las relaciones cuando éstas se tornan confortables. Se aclara también desde el inicio que NO es una historia de amor. 

Por ahí les resulte goma, no sé, a mí me pareció interesante el planteo exceptuando algunas escenas que podrían haber obviado. La que viene bien al caso, es la que sigue....

500 days of Summer - Expectations vs Reality from G. on Vimeo.

Es genialmente gráfica.

El problema de Tom es haber proyectado en su relación con Summer,  su propia idea del amor y desoir las claras señales que todo el tiempo emite Summer. 

Tenemos algo de Tom -y sufrimos su decepción- cuando proyectamos nuestra noción del amor y elegimos esperar la correspondencia de quien aún no conocemos plenamente, cuando no damos lugar a que nos amen para demostrárnoslo como les sale no como pretendemos. En resumidas cuentas, cuando procuramos que siga siendo de noche sin esperar descubrir que nos depara el día y pretender que el otro coprotagonice una película de la que no le pasaron el guión. Cuando esperamos indefectiblemente descubrir  amor después de hacer el amor.

Si no pensás así,  tal vez sea el momento en que llames un taxi o que sepas volar...



A propósito...¿Qué interpretás de esta escena? =P