Ilógica

Posted by Perra Latosa | Posted in | Posted on 3:56

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Todos tenemos nuestras debilidades, de la carne, el espíritu o la razón....

Indudablemente sería más entretenido adentrarme en la primera,  pero prefiero en esta oportunidad ir directamente a la última y aquélla reservarla para el ámbito de la intimidad (el voyeurismo, sépanlo, es otra forma de las ellas u.u). 

Siempre intenté razonar todo. No siempre con éxito claro está. Pero el intento al menos estuvo. Desde lo más estúpido e irrelevante a grandes cuestiones filosóficas (?), casi todo lo que se me ha cruzado, me pareció digno en algún momento de ser razonado y he invertido más o menos tiempo en ello (sí, he podido  mascar chicle y preguntarme simultáneamente por qué separado se escribe todo junto y todo junto separado =P).

Pero si hubo algo en lo que desde siempre -y por mucho intento que he hecho- he fracasado en forma contundente, es en encontrarle una razón a los sentimientos, a la mecánica del enamoramiento recíproco para ser más precisa...¡Con lo útil que sería!* 

Ya en su momento sometí a algunos de uds. a la bizantina discusión sobre la antinomia "Romántico vs. Cursi" no los voy a taladrar otra vez con el tema, no va por ahí la cosa en esta oportunidad. Más bien al momento previo en que terminamos cayendo en uno u otro lado de la cancha. A la atracción mutua, al enamoramiento, bah.

He leído distintos abordajes desde la ciencia pero ninguna explicación me termina  por satisfacer.  Si bien encuentro la lógica que anhelo en algunos puntos, en otros me falta el plus para poder dar por concluído el razonamiento al respecto...pues siempre doy con alguna excepción al planteo. 

Tal vez sea la sumatoria de todos esos puntos o capaz que es, porque debe ser, y yo me tengo que ocupar de aprender el punto arroz en vez de escribir gansadas. No importa, a terca no me gana nadie....

Entonces: ¿Qué hace que A se fije en B y viceversa?

"Siempre hay un roto para un descosido" (los símiles que se encuentran, o sea)

Me mata la simpleza del dicho, pero bueno, algo de esto hay....

Si hay una condición que se repite en el estudio (nah, ¡¡¡soy una cararota!!!!) es la de la búsqueda del complementario, de la media naranja. De esa mitad que nos repleta en definitiva.  

Muchas veces creemos estar frente a ella, pero luego descubrimos que en realidad nos condicionamos y  acondicionamos para tal efecto. Terminamos creyéndonos el auto-verso, obviando todas aquellas señales que a gritos nos exhortan que no lo es, que nuestros lazos son endebles, quebradizos, porque se basan en mentiras, en forzados convencimientos. Por más lejos que ponga a Darín, siempre será Darín y no Clive Owen. No basta pues la perspectiva para transformarlo en nuestra otra mitad, sólo sirve para corroborar lo que siempre estuvo frente nuestro, no era para nosotros. Ergo, fracasamos, pero  no tenemos porqué bajar los brazos: cuando tenga que aparecer lo hará y fluirá aceitada y naturalmente sin que podamos distinguir los engranajes de ese impulso afectivo con facilidad. 

Es tal la mística del triunfo y el fracaso en el amor, que renuncié a darle una explicación lógica acabada y prefiero darle paso al espíritu, y a quienes éste me ha señalado. Lisa y llanamente: lo sentí y presentí, me resbalé, me dejé caer espiralada, lo palpité, me transgredí..... Me sentí la rota para el descosido y me dejé repletar de la magia de esos instantes que en definitiva, son los mojones de felicidad con los que nos encontramos cada tanto  y los que a la hora de cerrar balances vitales, nos arquearan los labios. 

Y eso será, porque alguna vez fuí imantada hacia él, hacia el abismo, hacia la zozobra de sentirme en manos de alguien que tiene en sus puños la luz y la capacidad de dejarme en la sombra....y me dejé llevar sin resistirme demasiado....


Tal vez por eso es que tanto me empeño en encontrarle la quinta pata al gato, porque el amor me hace perder el control de mi suerte y me obliga a compartirla.  Me torna vulnerable, me somete a la incertidumbre de que el sentimiento y ganas que le tenga sean recíprocos, de querer estar todo el tiempo con él, a brindarle un gesto supremo de confianza entregando en mano la llave de mi fragilidad y ese vértigo de aún no haber hallado la lógica del amor: me asusta. Pero sentir cómo llega y fascinarme en su hechizo...me encanta.


*N. de la R: Ok, Arjona no tendría de dónde rascar inspiración, y no sería propuesto para el Nobel por himnos a la histeria tales como "Dime que no" y....y.....buen, no tengo porqué saberlo.... pero todos ganaríamos en poesía de la buena =D....(les juro por el Benja Aguero Maradona que no es invento mío: en FB hay un grupo ad hoc! =S)...

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